domingo, 20 de mayo de 2007

Dicen que ahora la Iglesia se acepta tal como es

La felicidad infantil, una meta constante de la Iglesia


Parece que por fin la Iglesia ha decidido homenajear las costumbres más íntimas de los sacerdotes, esas que pocas veces salen a la luz y que constituyen la verdadera esencia de una vida dedicada a la consagración en cuerpo y alma al Señor.
Tal será la tónica imperante en la imaginería religiosa de ahora en adelante, como podemos observar en la imagen de arriba, correspondiente a un vitral realizado según diseños del mismísimo padre Grassi, máximo exponente del sacerdote moderno y adaptado a los tiempos que corren. Éste y otros diseños que pronto verán la luz, le fueron revelados durante su injusta reclusión, y remiten a episodios destacados de su apasionante vida.

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