jueves, 6 de septiembre de 2007

La belleza de la tradición

Practicando el tradicional "lanzamiento de crío"

Ya sea en celebraciones como la de la del Rocío, donde los niños son llevados en andas para tener el privilegio de tocar la Santa figura de la Virgen, o en cualquier otra conmemoración del calendario cristiano, podemos verificar la innegable belleza de estos festejos, donde los fieles dan lo mejor de sí para demostrar su amor incondicional a Dios, Jesús, o una estatuilla de madera, y los niños como el de la fotografía disfrutan de la comunión espiritual que se respira en la sudorosa aglomeración de adoradores.
Los flagelantes son otra buena muestra de esto: ¿qué mejor forma de demostrar nuestra adoración a los dioses que mediante el sufrimiento? Nadie podría dudar que perder unos cuantos metros cuadrados de piel es algo que agrada mucho a Jesús, y de paso nos asegura un lugar de privilegio en el edén.

Jesús te ama. ¡Pero bien despellejado, eh!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

los gallegos realmente pueden llegar a ser muuuy bestias, con perdon de ellas

Anónimo dijo...

Que locos estan... La verdad hasta donde han llegando !!! La Palabrs de DIos jamas dice que debemos hacer eso. Mucho menos tatuarse, ni lanzar a los ni#os...
Dice que mediante mucha tribulacion llegaremos al Reino de los Cielos, mas no dice que debemos adorar de esa manera.
que loco esta el catolicismo.!! Eso no es Cristianismo.