Gracias a Dios, ¡volvimos!

Tras un forzado impasse motivado por graves problemas financieros, de cuya índole no entraremos en detalle, nos complace informar que el Banco Vaticano nos ha honrado con un crédito varias veces millonario, el cual nos permite volver al ruedo de la lucha teológica.
Este crédito, sumado a la desinteresada donación de unos cuantos cientos de varoncitos prepúberes por parte de cierta arquidiócesis norteamericana, y el gentil préstamo de un sótano céntrico que alguna vez sirvió para esconder ex jerarcas nazis exiliados en nuestro país, nos permiten continuar con nuestra misión evangelizadora con el mismo ímpetu del primer día. Amén.