¡El Cristo del Corcovado es una de la 7 Maravillas!

Cristo, agradecido.

Ratzinger Z y su staff de monaguillos multi-propósito desean esxpresar su más plena satisfacción por la elección de esta notable muestra de arte cristiano como una de las grandes obras de la humanidad, superando, entre otras, a Angkor, la torre Eiffel, la Acrópolis, la isla de Pascua, Santa Sofía y, por supuesto, el Kremlin.
Logrado ya este objetivo, nos proponemos alcanzar, en el corto plazo, las siguientes metas:
- Declarar al Papa Benedicto XVI "Presidente del mundo."
- Demostrar, de una vez por todas, que la tierra es plana.
- Declarar al Vaticano "Único centro del Universo."
- Encontrar el Arca de Noé, reflotarlo y convertirlo en un crucero de lujo.
A trabajar, pues, con tesón y sumisión, para lograr estos objetivos.

Sin embargo, no todo son rosas. Debemos manifestar nuestro más profundo desacuerdo con la deliberada exclusión, en esta elección, de ciertas obras que enaltecen la naturaleza humana y que sin duda pueden competir, en belleza y significado, con el Cristo del Corcovado:


1) El Consolador Gigante de Barcelona: Un canto a la libertad de la mujer.
2) El Obelisco: Ilustre antecesor del antes citado, aunque menos anatómico.
3) Disneylandia: La Meca del hombre posmoderno; todos los caminos conducen a Disney.
4) La estatua de cera de Paris Hilton presa: Eso.
5) La Tetamanti: Ingeniería italiana al servicio de la humanidad toda.

La no inclusión de obras tan cruciales en la historia del occidente cristiano, sin duda traerá efectos catastróficos sobre el PBI y la estabilidad fiscal de los países damnificados, sin mencionar el honor mancillado de estos pueblos. Por lo pronto, ya se han registrado olas de suicidios en Buenos Aires y Roma, y atentados en Londres sin duda motivados por esta injusticia. Para pensarlo.